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sábado, 12 de enero de 2019

ERAN AUTOSUFICIENTES

                                                              Una vida Humilde.

Hoy he podido ver un programa en televisión  de la 2ª. Se trataba de unos pueblos de Asturias cercanos a Galicia,  esto me ha llevado a mi primera infancia (porque en 20 años hubo un gran cambio) muchas de las cosas que enseñaban en el programa es lo que los vecinos vivimos en  Clamosa.
En Clamosa teníamos una economía ruinosa, pero sostenible, había el cultivo de las tierras y los animales que servían para alimentarnos y para ayudar con los trabajos de labranza también para llevar la cosecha a casa o transportar los productos, los que no hacia falta se vendían.
Las mujeres cuidaban de la casa, la comida el huerto, la limpieza de la ropa la costura, hacer el pan, también preparar la lana de las ovejas, cardarla hilarla y tejer calcetines, jerséis y colchas de punto o tipo edredón.
Los hombres trabajar la tierra, la labranza, la poda, la leña para el fuego y el horno y en los días de más trabajo la siega, la recolección de las aceitunas, las almendras y la vendimia todos colaboraban incluidos los niños. Las mejores  tierras las más planas eran para sembrar el trigo, las tierras eran muy buenas, pero al ser el terreno tan pendiente se dividía en fajas con márgenes hechas con piedra para evitar la erosión, en la orilla olivos y almendros de secano, los bueyes eran buenos para arar las tierras. Las mejores fincas de regadío estaban a orillas del Río Cinca buena parte de estas tierras fueron arrastradas por diferentes riadas esto les obligo trabajar otras tierras menos productivas, el riego se hacía con agua de manantial que en años de sequía reducía las cosechas.
                                       El buey para arar la tierra y el borro para la carga.

Como en los pueblos de referencia unos se dedicaban al cultivo de las tierras y otros ejercían un oficio
Teníamos el cartero que repartía la correspondencia a Trillo Salinas Lapenilla y Puy de Cinca.
El carpintero que partiendo de troncos de madera principal mente de nogal y pino hacia los  muebles con nogal y puertas ventanas marcos, también cajas para difuntos de madera de pino. También trabajaba fuera del pueblo en los pueblos de Sobrarbe.
También había el molinero que cuidaba del molino, tenía su vivienda, una huerta y animales para el consumo, gallinas, conejos,un cerdo que no podía faltar, eran familia numerosa y todo era poco cuando funcionaba el molino de aceite también ayudaba a las familias. en el tiempo libre recogía mimbres y cañas para en invierno hacer cestas canastas cuévanos, armaderas las cestitas que llevaban los niños en bodas y bautizo para recoger las peladillas y caramelos que echaban terminada la ceremonia.
El herrero venía de Lapenilla un día por semana hasta mediodía, hacia todos los trabajos en hierro que
hacia en la fragua, herrar las caballerías, hacer las herraduras, las rejas de los arados, azadas y más trabajos de todas clases que fuera fabricado con hierro.
                                     Clamosa los caminos antes eran estrechos y pendientes

El sastre venía de la Aldea de Puy de Cinca, hacia los trajes y las colchas de lana tipo edredón, trabajaba en las casas y tenía derecho a comida y cama.
La modista más cercana estaba en Palo trabajaba en su casa y también enseñaba corte y confección a las jóvenes de la comarca, en la época era necesario que la mujer supiera coser, hilar hacer calcetines y jerséis.
Otros profesionales pasaban de forma esporádica. Había dos vendedores ambulantes, uno de Puy de Cinca y otro de Besians, llevaban un fardo con hilos agujas tijeras pañuelos beta delantales; cosas básicas.
Comestibles, un vendedor de Barbastro que iba por los pueblos y vendía sardinas arengues, sardineta mandarina,  castañas y poco más.
Cada temporada pasaba el remendón, arreglaba sartenes cazuelas trabajaba con estaño y otros materiales
recuerdo en casa unas fuentes antiguas que ponían unas grapas para juntar los trozos.
Pacinias era el "capador" castraba los cerdos y se anunciaba tocando un silbato.
Forasteros aventureros anticuarios, compradores de ganado pieles, todos venían por los caminos estrechos y difíciles tanto si iban con caballería como andando.
Las gentes de estos pueblos eran tremendamente generosas, siempre tenían comida y cama para cualquiera que se identificara aunque no le conocieran, compartían aunque nada sobra, las familias eran numerosas.


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