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martes, 19 de noviembre de 2013

CLAMOA TIERRA DE TRUFA.

En el centro de la imagen enviada, tenemos Clamosa , el pueblo donde transcurrió mi infancia.


La trufa un hongo  muy apreciado que se criaba en este territorio. 

Allá por el año  1955 empezaron las noticias sobre las trufas, un par de jóvenes del pueblo las cogían y
ganaban mucho dinero, iban a buscarlas a Soria y a Teruel, ellos lo guardaban en secreto. Nosotros oímos que se encontraban en la tierra donde había encinas, que se podían encontrar por unas moscas que salían del punto donde estaba la trufa. Un día estábamos en el campo como cada día cuidando de los corderos, era un lugar de cultivo y en la orilla habían pequeñas encinas, la curiosidad que teníamos por el tema, nos llevó a descubrir unas moscas que salieron del suelo, escarbamos en ese punto y efectivamente, allí habían tres trufas, cuando llegamos a casa elogiaron mucho el hallazgo y nos animaron a seguir buscando.
El mercado de la trufa, se hacía en Graus, todos los lunes, de octubre a marzo, se pagaban muy caras y nuestra madre iba a venderlas, tenía que andar cinco horas, el precio más caro era  a fin de temporada pero también era cuando habían menos. Todavía se hace el mercado, creo que se hace los sábados y se hace también degustación.
Nosotros hacíamos este trabajo fuera de horario escolar a partir de los 14 ya dedicamos más tiempo, yo como era tres años mayor,  iba los días de colegio sola. Había un sitio que estaba lejos, como una hora de mal camino pero que era donde más se encontraban, aveces tenía miedo, pues los que buscaban las trufas eran hombres, ha veces me escondía para no encontrarme  con ellos y otras veces se escondían ellos para no asustarme, cuando iba con mi hermano me sentía más protegida pero nadie iba acompañado, sobre todo para que no les descubrieran los sitios .
Nosotros llegamos a coger cantidades importantes y eso tenía mucho mérito porque lo hacíamos sin perro, aprendimos a conocer la tierra, por la textura, el olor, el tipo de arbustos, sabíamos donde había posibilidades de encontrarlas. Las trufas que cogíamos eran las negras y cuando encontramos alguna blanca pensábamos que era mala. (Hace poco me enteré de que es la más cara) a pesar de cogerlas, nunca las comí, me parecían muy sosas y además comerlas siendo tan caras, me parecía un pecado.
Ahora se ha especulado mucho y la mayoría que hay en el mercado son cultivadas.

Esto que hacíamos era duro sobre todo por el terreno, pero  FELICES DE PODER AYUDAR.

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